INTRODUCCIÓN
Las energías sutiles y su repercusión en nuestras vidas.
Este blog surge ahora después de mucho pensarlo. Nos costó trabajo y tiempo "madurar" la idea de qué queríamos lograr y hasta qué punto podríamos tratar estos temas; tan apasionantes y poco conocidos en estos tiempos que corren y que demandan ya, un cambio positivo en la humanidad.
Estamos inmersos en un continente de energías densas y sutiles; las que a su vez nos pueden afectar positiva o negativamente, según sean éstas benéficas o perjudiciales.
¿Que son las energías sutiles?
Dicho de forma sencilla; son energías para las cuales -actualmente-no existen aparatos físicos que puedan medir sus vibraciones, no obstante, a pesar de ser energías finas y delicadas; se pueden percibir sus efectos de acuerdo al grado de sensibilidad personal de cada uno, de ahí el nombre de sutiles.
Constantemente recibimos de nuestro planeta, de las plantas, el sol y del universo en general, grandes cantidades de de energías sutiles; las cuales nos abastecen diariamente, manteniéndonos con vitalidad. Cuando éstas nos faltan nos sentimos muy cansados y deprimidos. Las energías telúrica y cósmica son las energías sutiles que nutren nuestro cuerpo energético.
El ejemplo clásico de energía sutil que se acostumbra a citar es el "prana" ( hindúes); también denominado "ki" ( budistas zen), "chi" (taoístas chinos) o "pneuma" (antiguos griegos). De cualquier manera que se le llame, se trata de la "fuerza vital" presente en cualquier organismo; fuerza que determina su estado de salud y su relación con el mundo exterior.
En resumen, podemos afirmar que tanto el hombre como los demás seres vivos (animales y plantas) están controlados y reactivados por un sistema energético complejo, que recibe el nombre de: cuerpo sutil, cuerpo bioenergético, o cuerpo etérico. Este biocampo energético rodea a cada organismo, incluyendo sus células, sus tejidos y sus órganos; los que a su vez presentan su propio campo energético. Las sustancias inertes también poseen su propio campo energético.
El cuerpo energético contiene, por tanto, la memoria energética del cuerpo físico; por lo que si existe un desequilibrio de la energía a este nivel, aparecen entonces los síntomas de alguna enfermedad en el cuerpo físico. Los desequilibrios pueden ser de origen físico-natural (ondas radiactivas emitidas por la tierra, los manantiales de agua, las fallas), artificiales por aparatos (electromagnéticas emitidas por teléfonos celulares, microndas, etc) o biológicas (biocampo de una persona enferma o el pensamiento de otra persona).
Las energías sutiles podemos clasificarlas, de manera general, en: beneficiosas o puras y perjudiciales o tóxicas para la salud, que alteran el cuerpo energético (por ejemplo: radioactividad, rayos x, ondas electromagéticas, iones positivos y hasta ciertos sonidos) causando modificaciones profundas en el cuerpo bioenergético; dando lugar finalmente a un desequilibrio que repercutirá en el cuerpo físico; ya que el cuerpo de energía sutil, biocampo o también llamado aura constituye el punto de encuentro entre el cuerpo biológico y el ambiente energético exterior.
Se sabe desde la antigüedad que de la tierra y el Cosmos emanan energías sutiles unas beneficiosas y otras nocivas. El médico alemán Ernest Hartmann descubrió la existencia de una red de energías densas y sutiles que emanan del suelo y se concentran en los "nudos" geopatógenos, en puntos específicos de la superficie de la tierra. Estos nudos provocan reacciones positivas o negativas en los organismos que interactúan con estos.
Muchas civilizaciones construían sus casas y edificios sagrados después de hacer una cuidadosa investigación energética. En posteriores entradas les hablaremos acerca de estos campos de energía telúrica en cuya detección son utilizadas las llamadas varillas radiestésicas y el péndulo.
Cualquier afectación en el biocampo energético repercute negativamente a su vez en determinados centros receptores y distribuidores de energía que existen en el sistema energético sutil del individuo, llamados chakras. Los chakras son los que guían y controlan al cuerpo biológico en las diferentes esferas de actividad del hombre (físico, mental, emocional , energética, etc.); suministrándole la energía que necesitan los sistemas de órganos que lo componen, necesaria para su normal funcionamiento y que garantizan la vitalidad del hombre.
Concluyendo, podemos decir que las enfermedades que se manifiestan en el cuerpo físico son producto del descontrol, congestión o déficit en este sistema de energías sutiles; además la medicina sutil es preventiva y trabaja sobre el mantenimiento constante del equilibrio energético, garantizando así evitar o cuando menos, disminuir la probabilidad de enfermedad.
Hoy en día se conocen mediante experimentación empírica, detalles sobre los chakras y sus funciones; así como la forma de mantenerlos en equilibrio y girando a la velocidad necesaria para que el cuerpo físico se mantenga fuerte y sano ( chakra en sánscrito significa rueda).
La práctica sistemática de la meditación, el yoga, el taichí y de otras disciplinas orientales; hacen que podamos percibir, de forma directa y precisa, la presencia de las energías sutiles; así como propician también que podamos dirigir el flujo energético de forma tal que podamos almacenarlo en nuestro cuerpo para ser utilizada esa energía en el momento que más la necesitemos.
A partir de esta primera entrada introductoria, serán las demás basadas en ejemplos prácticos; los cuales nos servirán para aprender a trabajar con estas energías sutiles y que podamos entre todos lograr salud y armonía.
Pueden participar a través del sistema de comentarios a los cuales les iremos dando respuestas en los siguientes encuentros con ustedes en el blog.

Nos despedimos por ahora.. Hasta la próxima
Berenice y Santiago
E-mail: kheimarom@gmail.com
E-mail: aguilasdeanaga@gmail.com
Este blog surge ahora después de mucho pensarlo. Nos costó trabajo y tiempo "madurar" la idea de qué queríamos lograr y hasta qué punto podríamos tratar estos temas; tan apasionantes y poco conocidos en estos tiempos que corren y que demandan ya, un cambio positivo en la humanidad.
Estamos inmersos en un continente de energías densas y sutiles; las que a su vez nos pueden afectar positiva o negativamente, según sean éstas benéficas o perjudiciales.
¿Que son las energías sutiles?
Dicho de forma sencilla; son energías para las cuales -actualmente-no existen aparatos físicos que puedan medir sus vibraciones, no obstante, a pesar de ser energías finas y delicadas; se pueden percibir sus efectos de acuerdo al grado de sensibilidad personal de cada uno, de ahí el nombre de sutiles.
Constantemente recibimos de nuestro planeta, de las plantas, el sol y del universo en general, grandes cantidades de de energías sutiles; las cuales nos abastecen diariamente, manteniéndonos con vitalidad. Cuando éstas nos faltan nos sentimos muy cansados y deprimidos. Las energías telúrica y cósmica son las energías sutiles que nutren nuestro cuerpo energético.
El ejemplo clásico de energía sutil que se acostumbra a citar es el "prana" ( hindúes); también denominado "ki" ( budistas zen), "chi" (taoístas chinos) o "pneuma" (antiguos griegos). De cualquier manera que se le llame, se trata de la "fuerza vital" presente en cualquier organismo; fuerza que determina su estado de salud y su relación con el mundo exterior.
En resumen, podemos afirmar que tanto el hombre como los demás seres vivos (animales y plantas) están controlados y reactivados por un sistema energético complejo, que recibe el nombre de: cuerpo sutil, cuerpo bioenergético, o cuerpo etérico. Este biocampo energético rodea a cada organismo, incluyendo sus células, sus tejidos y sus órganos; los que a su vez presentan su propio campo energético. Las sustancias inertes también poseen su propio campo energético.
El cuerpo energético contiene, por tanto, la memoria energética del cuerpo físico; por lo que si existe un desequilibrio de la energía a este nivel, aparecen entonces los síntomas de alguna enfermedad en el cuerpo físico. Los desequilibrios pueden ser de origen físico-natural (ondas radiactivas emitidas por la tierra, los manantiales de agua, las fallas), artificiales por aparatos (electromagnéticas emitidas por teléfonos celulares, microndas, etc) o biológicas (biocampo de una persona enferma o el pensamiento de otra persona).
Las energías sutiles podemos clasificarlas, de manera general, en: beneficiosas o puras y perjudiciales o tóxicas para la salud, que alteran el cuerpo energético (por ejemplo: radioactividad, rayos x, ondas electromagéticas, iones positivos y hasta ciertos sonidos) causando modificaciones profundas en el cuerpo bioenergético; dando lugar finalmente a un desequilibrio que repercutirá en el cuerpo físico; ya que el cuerpo de energía sutil, biocampo o también llamado aura constituye el punto de encuentro entre el cuerpo biológico y el ambiente energético exterior.
Se sabe desde la antigüedad que de la tierra y el Cosmos emanan energías sutiles unas beneficiosas y otras nocivas. El médico alemán Ernest Hartmann descubrió la existencia de una red de energías densas y sutiles que emanan del suelo y se concentran en los "nudos" geopatógenos, en puntos específicos de la superficie de la tierra. Estos nudos provocan reacciones positivas o negativas en los organismos que interactúan con estos.
Muchas civilizaciones construían sus casas y edificios sagrados después de hacer una cuidadosa investigación energética. En posteriores entradas les hablaremos acerca de estos campos de energía telúrica en cuya detección son utilizadas las llamadas varillas radiestésicas y el péndulo.

Concluyendo, podemos decir que las enfermedades que se manifiestan en el cuerpo físico son producto del descontrol, congestión o déficit en este sistema de energías sutiles; además la medicina sutil es preventiva y trabaja sobre el mantenimiento constante del equilibrio energético, garantizando así evitar o cuando menos, disminuir la probabilidad de enfermedad.
Hoy en día se conocen mediante experimentación empírica, detalles sobre los chakras y sus funciones; así como la forma de mantenerlos en equilibrio y girando a la velocidad necesaria para que el cuerpo físico se mantenga fuerte y sano ( chakra en sánscrito significa rueda).
La práctica sistemática de la meditación, el yoga, el taichí y de otras disciplinas orientales; hacen que podamos percibir, de forma directa y precisa, la presencia de las energías sutiles; así como propician también que podamos dirigir el flujo energético de forma tal que podamos almacenarlo en nuestro cuerpo para ser utilizada esa energía en el momento que más la necesitemos.
A partir de esta primera entrada introductoria, serán las demás basadas en ejemplos prácticos; los cuales nos servirán para aprender a trabajar con estas energías sutiles y que podamos entre todos lograr salud y armonía.
Pueden participar a través del sistema de comentarios a los cuales les iremos dando respuestas en los siguientes encuentros con ustedes en el blog.

Nos despedimos por ahora.. Hasta la próxima
Berenice y Santiago
E-mail: kheimarom@gmail.com
E-mail: aguilasdeanaga@gmail.com
Etiquetas: aura, biocampo, bioenergético, chakras, cuerpo etérico, energía sutil
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